domingo, 12 de febrero de 2012

¿Por qué hay palabras masculinas y femeninas en español?



Esta pregunta tiene intereses modernos que a veces pasan desapercibidos.

Tratar este tema con cierta profundidad requiere una línea específica de investigación, tanto en el campo de la semántica, como en el de la lexicología.

Lexicología y semántica serán mis amigas en septiembre de este año, así que no esperen un estudio exhaustivo, ni mucho menos, una conclusión revolucionaria.


En un primer momento, la distinción entre masculino y femenino nos lleva, sin duda alguna, a la noción de sexos. El sexo femenino, aquel que se caracteriza por los cromosomas XX y el masculino por XY y su posterior manifestación (fenotipo) en los rasgos por los que todos, más o menos, distinguimos a las personas sin necesidad de recurrir a mirar sus genitales.

¿Se imaginan? Toriyama, autor de Dragon Ball, en sus primeros cómics ya bromeaba con los problemas de Son Goku a la hora de distinguir a las personas sin "palpar" sus vergüenzas.


Volvamos al tema, que no quiero desviarme. Entonces, el género masculino designaría a su homónimo, al igual que el femenino.

Con ello podemos entender la diferencia entre:

Niño /Niña
Perro / Perra
Humano/ Humana.

A este respecto no creo que haya discusión. El problema surge cuando nos referimos a realidades abstractas o a objetos concretos. Los objetos, hasta que nadie diga lo contrario, no tienen sexo. En cambio, el lenguaje no los separa en una categoría diferente. Quizás algunos objetos se hayan contagiado de las personas que los utilizan, es decir, si estos objetos sirven más para hombres o para mujeres.

- La escoba (sexo femenino)
- El balón (sexo masculino)
- El mando de televisión (sexo masculino)
- La lavadora (sexo femenino)

Pero esto tampoco parece correcto, aunque así lo arguyan aquellos que quieren modificar el lenguaje para que no resulte sexista, puesto que tenemos numerosos ejemplos que nos llevan a caso contrario. Afirmar esto es erróneo y aunque se encuentren casos concretos, el lenguaje no deja de ser sumamente caprichoso y arbitrario.

- La pelota (ahora sí es femenino)
- Las matemáticas
- La filosofía.
- Las constelaciones (De las que se dice, tradicionalmente, que son el ojo de Dios, por lo que no se ve motivo para designarlas de manera femenina)

Así, el equiparar femenino/masculino con estructuras formales donde esa designación parece más arbitraria que otra cosa parece sumamente complicado. Máxime cuando nos referimos a objetos inanimados que optan por un género u otro según una tradición (así se intenta suplir, también, la falta de neutro en español)


Dicho esto, y desplazado el problema para los verdaderos estudiosos de este campo, vamos a referirnos de dónde surge esta clasificación:



Del latín, como todo en la vida.

El latín tiene una cosa que se conocen como declinaciones y que los que sepan alemán conocerán muy bien.

Se podría definir, dicho vagamente, como que los adjetivos y los sustantivos cambian de acorde a la función sintáctica que realizan (no vamos a entrar a definir las funciones sintácticas porque no acabamos nunca)

Así, no es lo mismo : El niño come carne que Pedro come niños. En este ejemplo, niños cumple dos funciones diferentes, la primera de sujeto, la segunda de CD.

Un caso más concreto, y único resto de las declinaciones que queda en nuestro idioma, sería el siguiente:

A mí me gusta comer, en vez de * A yo le gusta comer (que sería lo normal)
Te di un regalo a ti (en vez de *Te di un regalo a Tú)

Ahora imaginad que en español tuviéramos declinaciones. Se escribirían distintas las palabras según el caso sintáctico (vamos a inventarnos la declinación)

El niñom come carnex
Pedrom come niñox
En Japob viven los niñom


Si queréis comprender un poco más en Wikipedia viene una versión general (mirar enlace )

La cosa se complica más todavía, puesto que no existe una sola declinación que corresponda a todos los adjetivos y sustantivos, sino 5 y aquí es donde queremos llegar.

- La 1ª declinación se aplica sobre palabras femeninas.  (CON A)
- La 2ª declinación se aplica sobre palabras masculinas. (CON O)
- La 3ª declinación se aplica, mayoritariamente, sobre palabras masculinas construidas CON E y en menor medida sobre palabras femeninas CON E.


En latín no se diría igual El niño come carne que la niña come carne, porque niño y niña pertenecerían a declinaciones diferentes (niño a la 2ª, niña a la 1ª). Volvamos a referirnos al ejemplo de arriba:


El niñom come carnex
Pedrom come niñox
En Japob viven los niñom

Ese sería un modelo de la segunda declinación. Usemos uno de la primera:

La niñaT compra rosaY
Las rosaT estan en la LunaR
- MaríaT toma sopaY



La 4ª y la 5ª declinación no son tan importantes y prefiero no complicar el asunto.

¿Entonces?


En resumen, en español el femenino proviene de la 1º declinación latina. Las declinaciones es cuando en las palabras y adjetivos tienen una determinada desinencia para designar la función sintáctica que desempeñan. En latín esa declinación se utiliza mayoritariamente para palabras femeninas que el español ha reconocido como tales.

El masculino proviene de la 2ª declinación latina. En latín esa declinación se utiliza mayoritariamente para palabras masculinas que el español ha reconocido como tales.

De la 3ª declinación provienen las palabras que terminan en e, mayoritariamente. La mayoría son masculinas, pero también hay femeninas. De ahí que en español muchas palabras con e sean masculinas y femeninas.

La cuarta y la quinta no entran en este tema para no complicar el asunto.

En conclusión, en español las palabras no designan realidades sexistas ni campos semánticos que las seleccionan, sino que obedecen, en lo principal de su léxico que es el latín, a una evolución de las antiguas declinaciones latinas. El resto del léxico de nuestro idioma ha tendido a integrarse en esta estructura establecida por los locos romanos. Bajo esta idea, carece de lógica el hecho de considerar sexistas a las palabras.


Me podréis decir que con esto sólo hemos desplazado el problema, y es cierto, pero el objetivo de esta entrada era abarcar el origen de estas palabras en español. Para mayor información, pueden buscar cositas de las declinaciones griegas y después intentar ahondar en el indoeuropeo. Si deciden hacer eso, les agradecería que me lo explicaran.

Un saludo.




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