viernes, 24 de febrero de 2012

Una reflexión y anécdota sobre la sintaxis.


















Sintaxis es una palabra griega que significa unión. En Grecia, una de las plazas donde se han producido tantas manifestaciones se llamaba sintagma.


Ahora y siempre la sintaxis ha sido un quebradero de cabeza para profesores, alumnos y lingüistas.


Esta es una pequeña curiosidad que añado, ya que no me siento ahora mismo con ganas para desarrollar un artículo mayor.


A pesar de la complejidad teórica de la comunicación, los niños aprenden a hablar con mucha facilidad. La gente con facultades normales se expresa en su idioma con más o menos fluidez. Por ello, no se nos olvide, ya sabemos todo lo que exponemos de sintaxis. La dominamos y lo que tanto nos tortura es una reflexión sobre el lenguaje mismo, un intento de clasificar lo que a veces vemos de manera incomprensible.


Diversos despropósitos en el sistema educativo se han encargado de desmotivar completamente a los alumnos, quienes no encuentran utilidad ni teórica ni práctica en esta abstracción.


Sin esta reflexión, la filosofía no habría sido posible. Sobre esto mañana haré un artículo.


Dicho esto, volvamos a la sintaxis y al latín. Como ya expusimos, en latín existen declinaciones y también casos.


Todo esto se expone de manera muy teórica, pero para los latinos (y los alemanes) era/ es normal hablar sin preocupaciones sintácticas.


Es decir, todo el estudio y la reconstrucción de una lengua se ha hecho en base a construcciones a las que le hemos puesto nombre (nominativo...) y declinaciones (1ª, 2ª, 3ª) sin que para ellos fueron conceptos que ni mucho menos se les pasaría por la cabeza. No creo que un campesino tuviera una preocupación excesiva por los usos del lenguaje.


Y aquí la frase que le da sentido a esta entrada:


: “hey, Quintuswhat's the ablative singular on that"


Traducido al español: Hey,Quinto, ¿Cuál es el ablativo singular de esto?




La frase es un juego gracioso porque el ablativo en latín (un caso sintáctico) abarca la función de complemento circunstancial y de suplemento (Tema muy interesante que merece sin duda una entrada más desarrollada).


Por tanto, al preguntar cuál era el ablativo singular de esto , ya estaba usando el caso de ablativo, por lo que sabía manejarlo perfectamente aunque no supiera lo que es.


Un juego irónico que sería similar a preguntar por el sujeto de una oración sabiendo perfectamente la concordancia entre sujeto y verbo.




Una anécdota más para que no olvidemos el objetivo de este estudio: Reflexionar, no APRENDER, en el sentido de aprender a comunicarnos,  eso ya lo sabemos y para trastornos de tipo cognitivo hay otros profesionales perfectamente válidos.

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