sábado, 11 de febrero de 2012

Una de etimología.



Una de las cosas que ocurren, como bien saben aquellos estudiosos de idiomas, es la pérdida del significado original a la hora de las traducciones. Esta interpretación de los idiomas tiene cierto motivo romántico y no exento de polémica entre los que consideran los idiomas como un mero instrumento de comunicación.


Uno de los ejemplos que aprendí durante bachillerato y mejor conozco es el de la palabra Carmen, y que voy a explicar a continuación.


Carmen proviene de  carmen - carminis en latín, y su traducción usual es "canción".

Me parece que esta traducción es una simplificación excesiva y que nos hace perder el origen inicial de este término.


Como ya sabemos, en español existen dos clasificaciones normales dentro de las palabras:


- Lo que llamamos género masculino.
- Lo que llamamos género femenino.

Nuestra referencia al mundo se hace a través de esta clasificación formal de las palabras. Creo que no hace ahora entrar en la definición de masculino y femenino.

En latín (y en griego) existe un género más, conocido como neutro.



Este neutro es más bien una "selección de cosas". Digamos que el neutro entra en un campo más abstracto, donde se evoca a algo más general. Sin querer entrar en polémicas, en español tenemos una estructura que nos recuerda al neutro en latín:

Lo bueno.
Lo malo
Lo bello.

Con esta paráfrasis podemos comprender un poco mejor el concepto de neutro. Neutro, pues, sería una manifestación abstracta del sustantivo - adjetivo que se usa, abarcando un concepto mucho más amplio que el designado por el masculino o el femenino. El masculino en español supliría, más o menos, esa función de neutro, aunque es un tema del que ya hablaremos en otra ocasión.


Carmen- Carminis es neutro. Por lo que la traducción adecuada no sería tanto canción, sino conjunto de canciones y todo lo vinculado con ellas.


La historia no termina aquí: En un principio, la poesía, el teatro y la danza estuvieron unidas. Por tanto, una no se daba sin la otra. No tenemos que olvidar que hasta bastante entrada la historia lo normal era hablar, la oralidad, no escribir, por lo que esa poesía sería un modo de transmisión (cantado, además) seguido por el espectáculo que suponía el teatro y la danza.

Por lo tanto, cuando usamos el término carmen - carminis hacemos referencia no sólo a una canción, sino a una fiesta, al conjunto que lo incluía, tales como el teatro, la danza y la fiesta, que no es otra cosa que el origen de la literatura, la escritura ,la danza y la música.




Vemos, pues, cómo una palabra tan insignificante en nuestro idioma engloba una forma de ver el mundo. Si conocen a alguien que se llame Carmen, espero que le digan, de mi parte, que su nombre no significa una mera canción, sino algo tan hermoso como el surgimiento del arte.


Por si a alguien le interesa un excelente diccionario de latín



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